El edificio fue construido en el año de 1979, está revestido en cantera rosa, muros sólidos, ventanas en posición vertical con rejas de hierro forjado con plomos, techos altos y planos, se considera que es una réplica del Palacio de Gobierno de la Ciudad de Saltillo, en su interior se encuentra un mural que narra la historia desde los primeros pobladores, actividades económicas, edificios importantes y personajes ilustres de esta Ciudad.

 

En el lugar que hoy ocupa la Presidencia Municipal, anteriormente estaba ubicado el hotel Palacio que durante el siglo XIX diera lugar al Casino de Parras elegantemente decorado.

 

El mural que se encuentra en su interior fue hecho por el pintor saltillense Eloy Cerecero Sandoval en el mismo año de su construcción, por encargo del entonces Gobernador Oscar Flores Tapia. Se compone de un tríptico: La parte central es la más importante, en ésta podemos ver al centro, dos enormes brazos, uno femenino y otro masculino, emergiendo de la tierra irrigada por el agua creadora de vida. En la mano varonil observamos los cultivos que tradicionalmente han permitido la subsistencia de nuestro pueblo, maíz, trigo y la vid. En el lado opuesto, la mano femenina contiene los frutos de granada, higos y uva, que brindan disfrute y regocijo a quienes los comen y que han dado prestigio a esta tierra fértil.

 

Al centro y en medio de ambos brazos se ubica otro elemento importante en la composición, un sol que gira incesante creando vida y mostrando el paso constante de la vida de la comunidad. Por encima de estos grandes brazos se encuentran dos personajes que representan a jesuitas y militares estrechando ambos una cruz que significa el proceso de evangelización y la conquista espiritual, proceso que culminó con la fundación de la Misión de Santa María de las Parras en 1598.

 

Coronando el cuadro principal se encuentra el Santo Madero; pequeña iglesia que a partir del siglo XIX se convirtió en el icono de este terruño.

 

En la primera sección del tríptico, dando lectura de izquierda a derecha, Inicia con escenas de la vida de los antiguos habitantes Irritilas, quienes tenían ideas y supersticiones para sobrellevar los medios naturales, llegando a casos como el sacrificio de niños para aplacar la ira de sus deidades. El río Guadalupe dio lugar al nacimiento del primer asentamiento donde, debido a la hostilidad de los nativos fue necesaria la intervención de los padres de la congregación de Zacatecas en 1594 para solucionar el estado miserable en que se encontraban los primeros pobladores. Es el padre Agustín de Espinoza quien luego de aprender la lengua Irritila la empleó para difundir la doctrina con oraciones y cantos y acompaño al Capitán Antón Martín Zapata para efectuar la fundación de Parras. Gran aceptación tuvo entre los pobladores las acciones benefactoras de estos dos personajes a tal grado de llamar al padre Agustín “su ángel”.

 

A la derecha, en la tercera sección del tríptico, sobresalen algunos de los personajes históricos de la comunidad. En 1866 tuvo lugar en las cercanías de la población, la famosa Batalla de Santa Isabel, entre las fuerzas francesas y las republicanas al mando del General Andrés S. Viesca, logrando en estas últimas la victoria, es recordada la valentía y magnimidad del General, al perdonar la vida a los prisioneros con un discurso cuya parte culminante se reproduce en este mural, en el pergamino que lleva en sus manos.

 

En esta misma sección, se ilustran las figuras de Don Francisco Ignacio Madero González, héroe y mártir de la Revolución que escribe su frase; “Sufragio Efectivo, no Reelección” y presenta ante el pueblo su libro la Sucesión Presidencial. Don Evaristo Madero Elizondo, industrial y extraordinario empresario. Don Gustavo Aguirre Benavides, prominente ingeniero y botánico. El General Raúl Miguel Hidalgo Madero González, destacado militar revolucionario y político, exgobernador de los Estados de Nuevo León y Coahuila. Don Jesús Adame Macías, revolucionario de grandes méritos quien sobresaliera en las filas Maderistas. Don Higinio González Ortiz, distinguido músico, compositor de la canción “Parras Paila”, símbolo musical parrense.

 

Al principio y al final del mural, aparecen las figuras que representan los tradicionales festejos de la uva y el vino, que se celebran cada año después de la cosecha. En la parte baja del lado izquierdo está la fuente del Ausente, dedicada a los pobladores que han partido hacia otros lugares a hacer sus vidas.